Un tal dimas (el buen ladrón) quiere competir con los amasónes y los alíbabás, convirtiendo sus mausoleos de edifeicios en simples almacenes, aprovechando que están en el centro de las ciudades.
Los pobres, llevan varias décadas de retraso.
Y no sólo mental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.